La nómina de Cervantes

La aparición de los documentos es el final de una historia que comienza hace tres años cuando José Cabello, encargado del archivo municipal de la localidad sevillana de La Puebla de Cazalla, encuentra un documento que acreditaba a D. Miguel de Cervantes Saavedra como comisario de abastos de la Armada en el Ayuntamiento de la localidad.

El punto de partida, fechado el 5 de Marzo de 1593, le condujo hasta otros cuatro documentos correspondientes al período en el que el autor de El Quijote fuera recaudador de la Hacienda Real, los cuales aseguran también su presencia en La Puebla y lo vinculan a Cristóbal de Barros, el armador que construyó varios navíos participantes en la batalla de Lepanto, en la cual fue herido el escritor adoptando desde entonces el sobrenombre de “El Manco de Lepanto”.

Y es que, precisamente la relación entre ambos personajes fue lo que condujo al archivero municipal hasta el Archivo General de Indias de Sevilla. Allí aparecieron otros dos documentos relacionados con el gran escritor. Por un lado un libramiento de Barros, fechado en noviembre de 1593, en el que ordenaba el pago a Cervantes de 19.200 maravedíes por 48 días de servicio como “comisario” de la Hacienda Real, recaudando tributos en varios municipios de la provincia de Sevilla. El otro documento justifica su presencia realizando esa misma labor entre el 21 de Febrero y el 28 de Abril de 1593.

El último documento incluye la firma del novelista, se trata de un poder otorgado a una señorita bizcochera de Sevilla, Magdalena Enríquez, para que pudiera cobrar su salario, lo cual induce a pensar que en la vida del escritor internacional existió otra mujer además de Ana Franca, con la que tuvo una hija, Catalina de Salazar, con la que se casó en 1584 o la sevillana Jerónima Alarcón.

Después de tan relevante descubrimiento me asaltan un par de dudas, ¿algún valliente se atreve a realizar la conversión de los maravedís a euros?, y, ¿dónde creéis que encaja en la vida de Cervantes la señorita Enríquez?